lunes, 12 de septiembre de 2016

John Cage, el hombre que "compuso" el silencio.

Pero realmente, ¿puede componerse el silencio? ¿Existe el silencio absoluto como tal?

Estas preguntas y muchas otras obsesionaron al compositor estadounidense John Cage. Hasta el punto de que quiso comprobar por él mismo si el silencio total existía, y lo hizo encerrándose en una cabina insonorizada o cámara anecoica como la de la imagen:












¿Tú que piensas? ¿Existe el silencio absoluto o no?

Sin andarnos con más rodeos, aquí tenemos la historia que descifra este enigma:

"Todo sucedió en 1951, cuando John Cage, uno de los padres de la música contemporánea, visitó la  cámara anecoica de la Universidad de Harvard. Una cámara anecoica está construida de tal manera que disminuye al máximo cualquier propagación del sonido, por lo tanto no se puede oír nada dentro. 
La aspiración de John Cage era experimentar el silencio absoluto. Sin embargo, mientras estaba allí, dentro de la cámara, perplejo, pudo distinguir claramente dos sonidos, como él los describía, uno alto y otro bajo. Cuándo al salir acudió al técnico de la cámara en búsqueda de explicaciones, aquél le aclaró que el sonido alto correspondía al funcionamiento del propio sistema nervioso de John Cage, y el sonido bajo a la circulación sanguínea. Así fue como John Cage llegó a la conclusión de que el silencio no existe."

En base a ello, compuso una obra dedicada a esta experiencia, y titulada 4,33. 



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